Corrupción e impunidad; dos realidades lacerantes que castigan a nuestro país, merced a un poder judicial, complaciente y sometido al poder político
cuya reforma tantas veces anunciada, nunca se llevó a la práctica.
Como resultado de esto, los mayores escándalos terminan en la nada y sus responsables sin ningún castigo. ¿Por qué el Ejecutivo se desentendió
del tema? ¿Cuál es el rol del ministerio de justicia?